miércoles, 8 de mayo de 2013

Notas sobre el debate de los modos de producción (XIV. Civilizaciones y modos de producción)



1.      Civilizaciones y modos de producción (Wallerstein)

“…Díadas de bárbaros y civilizados, no-occidentales y occidentales, periferia y centro, proletarios y burgueses, los dominados y los dominantes….la creación de uno fue la creación del otro –tanto material como ideológicamente. La civilización dio origen al barbarismo, dijo Owen Lattimore”

¿Qué es una civilización?

-Debe significar algo diferente y algo más que el mero término “cultura” (si no es así, ¿por qué tendríamos dos términos?)

Aquí ya existe una presuposición. Esto es que el lenguaje del sentido común de hecho distingue realidades diferentes mediantes los términos distintos que utiliza. Esto no es algo necesariamente y siempre cierto. Discutir

a)      De acuerdo a lo anterior, una civilización debe implicar algo más que un conjunto de normas y valores colectivos de un grupo particular de cualquier tamaño y en cualquier lugar
b)      Por lo general, “la mayoría de “nosotros” (¿?) tiende a utilizar la palabra civilizaciones para describir fenómenos culturales más duraderos y abarcantes. Hablamos de la civilización occidental, de la civilización china, de la civilización India”
c)      “No existe una esencia que defina a la “civilización”. Para cada característica descubierta, uno puede enumerar incontables excepciones. Es probable que no existan  cualquiera dimensiones de una definición comunes a todas las civilizaciones”
d)     Debemos comprender civilizaciones como un constructo mental ahistórico creado, destruido y recreado en función de la necesidad que ciertos grupos sienten de afirmar su particularidad de una manera diádica frente a otros grupos.

Modo de producción
a)      Propio de una economía
b)      Una economía se define por una división del trabajo efectiva y continuada.
c)      Ni las unidades de producción individuales, ni las entidades políticas o culturales tienen modos de producción, sólo los tienen las economías
d)     Ergo, para descubrir el modo de producción que prevalece, debemos saber cuáles son los límites reales de la división el trabajo de la cual estamos hablando
e)      Sólo existen cuatro modos de producción posibles (de los cuales sólo hemos visto tres): mini-sistemas de reciprocidad, imperios mundiales redistributivos, una economía capitalista mundial, y un gobierno socialista mundial
f)       La diferencia crucial entre estos modos de producción es el proceso productivo. En los mini-sistemas de reciprocidad, todas las personas habilitadas son productores directos, pero el intercambio recíproco en una distribución desigual del excedente real –el cual, dada la tecnología, es siempre bajo- a favor de un subgrupo de productores directos, usualmente varones mayores. En los sistemas redistributivos mundiales existe un estrato de no-productores. El excedente generado por los productores directos es extraído en la forma de tributo para el estrato dirigente imperial. Este tributo es recolectado por una burocracia armada. Los intereses del estrato dirigente vis a vis la burocracia armada llevan al primero a intentar limitar la cantidad de excedente creado por los productores directos, esencialmente por el temor de que si éste es muy crecido, puede servir de base para la forma de una burocracia armada independiente del estrato dirigente. En una economía capitalista mundial, el excedente generado por los productores directos es extraído en la forma de ganancia que es distribuida entre la burguesía mediante el mercado, mediatizado por las distintas estructuras estatales que buscan afectar la distribución mercantil


En la historia han existido infinidad de mini-sistemas de reciprocidad,  un número amplio pero definido de imperios redistributivos y un número amplio pero definido de economías mundiales (pero sólo una economía que ha sobrevivido más allá que un breve periodo, el moderno sistema mundial)

Wallerstein afirma que los mini-sistemas, de los cuales no poseemos información directa, no duraron (cada uno con su historia particular) más de 150-200 años. Una de las maneras en que desaparecieron fue mediante la incorporación a grandes imperios redistributivos (dejaron de ser modos de producción para pasar a ser sólo una más de las regiones que producían excedente recolectado por la burocracia armada)

Los imperios redistributivos tenían un ciclo estructurado de expansión y contracción, lo cual explicaba la continuidad con que absorbían mini-sistemas de reciprocidad así como también como permitían espacios libres para que éstos se desarrollaran.
Las economías mundiales eran mucho más inestables que los imperios mundiales; estaban constantemente siendo conquistadas (y convertidas) en imperios mundiales) o desintegrándose para generar mini-sistemas de reciprocidad

Hasta 1500 coexistían tres modos de producción (mini-sistemas, imperios mundiales redistributivos y una economía mundo). Hemos llamado civilizaciones a los imperios mundiales. Una razón para esto es que cada vez que un nuevo imperio mundial estaba ascendiendo, éste buscaba legitimación ideológica afirmando un vínculo directo con un imperio mundial anterior, y por lo tanto creaba continuidades que nosotros, los analistas de hoy en día, percibimos como los rasgos de esa civilización

En el siglo XVI apareció una economía-mundo que no se desintegró rápidamente (la primera): el capitalismo. En tanto este modo de producción posee una tenencia a la expansión pero no a la contracción (sí contracción relativa y retiradas por estrategia política, pero no contracción absoluta). Así, para el final del siglo XIX virtualmente todo el mundo estaba incluido en el modo de producción capitalista

Esto ha implicado que tanto los mini-sistemas de reciprocidad como los imperios mundiales redistributivos han desaparecido de la faz de la tierra. Hoy existe sólo un sistema social y un modo de producción, el mundo capitalista.

Este modo de producción está acompañado por una suerte de “civilización capitalista”. Wallerstein define ésta como una suerte de modo de pensamiento y acción e los dominados y los dominadores: todos quieren más (de lo que sea), para “mí” o para “nosotros”. Quizás por esto mismo la civilización capitalista ha alimentado a los nacionalismos modernos (en plural)

En cambio, lo que ha sucedido es que en todos lados, y más y más, el particularismo nacionalista se ha afirmado a sí mismo. De hecho, si existe alguna ecuación lineal que sea, es la correlación entre la expansión del capital, el desarrollo desigual del sistema mundial, y las declaraciones de diferenciación por grupos cada vez más integrados en el sistema – un vórtex dialéctica centrípeto y centrífugo-: “…En efecto, es universalismo mediante particularismo, y particularismo mediante universalismo. Este es el genio y la contradicción de la civilización capitalista la cual, precisamente porque se precipita hacia su ruina, deviene en el interín más y más fuerte”

Cualquier estado actual, sin excepción, se proclama como el heredero de una civilización particular

“¿Están las naciones renacientes en una posición diferente de las naciones realmente nuevas? Más fuerte quizás, pero, ¿diferente? No es acaso el punto crucial que estamos todos en el mismo bote, enfrentando el mismo dilema: que, con el dentro de la economía-mundo capitalista, el nacionalismo (y el análisis civilizacional como expresión del nacionalismo) es tanto la ideología de los países más débiles y menos desarrollados que luchan para liberarse  a sí mismos de la opresión (los que son todos los países y cuasi países excepto el único hegemónico por el momento), así como también es la expresión última de la forma de rapacidad que es peculiar al capitalismo (poder y privilegio mediante el crecimiento ilimitado)

Aquí Wallerstein presenta su teoría, la cual es de un eclecticismo desvergonzado e infértil. Muchas críticas: a) utilización del concepto de modo de producción que no incluye una definición/explicación clara de las rrpp y las ffpp (no se trabaja con estos conceptos); b) la dinámica no es conceptualizada como ley de movimiento (tendencia/contratendencia, jerarquías de determinación); c) está ausente la noción de contradicción; d) no se utiliza la noción de clases de manera explícita; e) no opera de manera sistemática con la noción de explotación; f) definición de un modo de producción como una “economía”: esto es complejo no sólo porque trabaja con un concepto restringido de modo de producción y mantiene en una contingencia arbitraria la misma realidad superestructural, sino porque la misma existencia de la economía (como realidad objetiva diferenciada) es más que dudosa bajo el precapitalismo. Es que  la cuestión de la diferenciación entre economía y política es una sólo propia de la modernidad capitalista. En este sentido, es complejo hablar de economías precapitalistas; en cambio, sí podemos hablar de la producción precapitalista (y ésta siempre es la determinante en última instancia, aún si se imbricaba de manera compleja con la circulación, lo político y lo ideológico – otras instancias eran “dominantes” sólo por la naturaleza misma de la producción-); g) Wallerstein trabaja con el concepto vacío de división del trabajo, concepto que es central para su comprensión de los modos de producción (tanto Althusser como Brenner critican a Marx cuando aún no ha superado esta etapa en La Ideología Alemana). En otro comentario criticamos más afondo esta cuestión tal como se presenta en Wallerstein; h) el reemplazo del concepto modo de producción por “sistema” es poco feliz (reproducir la crítica de esta operación que Baudelot y Establet le hacen a Bourdieu); i) los desarrollos “teóricos” de Wallerstein inhiben el pensamiento y la  concreción de las categorías: esto porque se establece que “sólo han existido tales sistemas económicos…”. En este sentido, este marco no invita a generar categorías intermedias, niega la imbricación de teoría e historia y termina en un taxonomismo vacío. En cambio, el paradigma marxista es fértil porque genera preguntas y problemas, y no cierra la cuestión. Y esta no es una virtud moral, sino que tiene que ver con la naturaleza misma de los conceptos: éstos son históricos y se desarrollan en lo real y son “transformados” por el mismo curso de la historia; j) Wallerstein pone el énfasis en la contradicción capitalismo/nación. La contradicción fundamental no es una clasista, sino una que opone distintos “pueblos”: éste no es más que el extremo burdo al cual llega el dependentismo. Por lo demás, si se quisiera establecer la realidad efectiva de la cual intenta dar razón el autor, lo que por el contrario debiera ser notado es la emergencia del Estado moderno (y sólo a partir de allí un nacionalismo moderno) –esto es, con Amin, sostenemos que la nación es un fenómeno también pertinente al precapitalismo-; k) Wallerstein utiliza la técnica argumentativa que compromete espuriamente al lector (todo nos encontramos en el mismo barco). Esta forma de argumentar, muy propia de Touraine, es falaz-

Notas sobre el debate de los modos de producción (XIII. Esclavitud colonial)


1.      La destrucción de la esclavitud moderna: una cuestión teórica (Paula Beiguelman)

“Con la disminución de la importancia del comercio de esclavos como un factor de acumulación de capital, el interés en la esclavitud cambió desde el ámbito del intercambio al de la producción. El estímulo para preservar la esclavitud ahora fue fundamentalmente el descenso en los costos de producción esclavistas resultado del trabajo esclavo”

“Consecuentemente, una vez el trabajo semiservil o libre pudo, en la esfera de la producción, cumplir adecuadamente las necesidades económicas que anteriormente habían sido satisfechas por el trabajo esclavo,  el vínculo que unía el sistema económica internacional al orden esclavista  fue roto, en tanto estaba esencialmente basado en el comercio esclavo”

“La esclavitud moderna, por tanto, es esencialmente capitalista. Bajo tales condiciones, aún si es formalmente análoga a la esclavitud del mundo antiguo (en tanto asume la existencia del trabajador como una mercancía), funcionalmente debe ser distinguida de ella por el hecho de que el trabajo esclavo en el mundo antiguo era el eje del sistema total, mientras la esclavitud moderna se encuentra integrada en un complejo que se define por la presencia del trabajo asalariado”

“De esto se sigue que un proceso de purificación no es lo que sucede, en tanto la esclavitud no representa un componente no capitalista…sino, por el contrario, constituye una creación capitalista”

(¿Argumento originista? discutir)

¿Cómo puede ser explicada la destrucción de la esclavitud capitalista?

“Antes de la revolución industrial, el sistema de acumulación de capital ocurrió dentro de un esquema proteccionista mercantil, que involucraba el comercio entre la metrópoli inglesa y dos tipos de colonia distintas”. Por un lado, Norteamérica, la cual constituía un mercado consumidor cautivo para la producción inglesa; por otro, las indias occidentales, a partir de las cuales era canalizado un excedente hacia la metrópoli. Con el advenimiento de la revolución industrial, Inglaterra alcanzó las condiciones para competir libremente en el mercado norteamericano y el mundial, así como también la autopropulsión del capital industrial hizo menos importante el comercio esclavo como un factor de acumulación de capital”

Retener lo primero sobre la acumulación de capital en un marco mercantilista. Ver si es compatible con nuestra propuesta o no. Retener algunas de las razones para el mantenimiento de la esclavitud yanqui: a) eeuu como mercado consumidor cautivo

“Con la importancia de la economía azucarera preservada (aún si su rol funcional fue alterado) el sistema continuó haciendo uso de la esclavitud, como un medio de suministro de trabajo barato para la producción tropical. Sin embargo, desde el momento en que la economía internacional dispensó del comercio esclavista como factor en la acumulación, ella eliminó un requisito básico para la preservación de la esclavitud. De hecho, sólo el comercio esclavo, que presupone al esclavo como mercancía, necesariamente implica la esclavitud. El mero suministro de trabajo barato podía dispensar de ella, considerando que las poco encumbrados funciones del trabajo esclavo al nivel de la producción podían ser cumplidas por otros tipos de trabajo”

Retener

Esto es decir, después de la revolución industrial el sistema podía fácilmente haber tanto mantenido como dispensado de la esclavitud, en contraste con lo que ocurrió cuando el comercio esclavo (el elemento al cual la esclavitud está necesariamente vinculada) era una parte relevante del proceso de acumulación del capital. En otras palabras, la esclavitud dejó de ser el elemento necesario que había sido en el periodo en el cual los esclavos eran transportados desde las costas africanas para ser revendidos a los plantadores creando el excedente que era canalizado a la metrópoli

La tesis que sostiene que el capital industrial debe destruir la esclavitud para crear un mercado de demanda suficiente (el que no es permitido por la concentración de los ingresos bajo la esclavitud) no considera que la periferia siempre ha sido funcionalmente sólo productora de materias primas y no realizadora de valor, y, por tanto, cuestionada. Tampoco hay que olvidar que tras la revolución industrial la esclavitud ganó fuerza en Brasil, Cuba y norteamérica. Asimismo, en muchos lugares en los cuales se eliminó el trabajo esclavo este fue reemplazado por un trabajador formalmente con un poder de compra muy menor. “No es posible, por tanto, interpretar la destrucción de la esclavitud como directamente relacionada con el capitalismo industrial”

“La preocupación no era, entonces, eliminar una estructura que, como tal,  contradecía los requerimientos de la industrialización, sino proceder a superar la resistencia económica, política y militar de los plantadores anti-proteccionistas”

“La relación fundamental establecida entre el sistema total (capitalista) y la esclavitud era de indiferencia. La consecuencia teorética inmediata de esta conclusión es que la respuesta al problema que proponemos estaba limitada, al nivel del sistema global, a notar la posibilidad (pero no la necesidad) de que el sistema destruyera la esclavitud”

(Toda esta tesis es discutida por Charles Post)

En general, todos estos desarrollos concuerdan nuestra propuesta. Asimismo, no se contraponen (como establecimos hace unos meses) a las tesis de Post. Habría que pensar en las razones de por qué la forma de explotación esclavista devino en un momento una contradicción estructural (necesidad de la revolución burguesa que supuso la fuera civil yanqui). En este respecto necesitamos rever a Post, además de sostener, con Beiguelman, que el argumento de la “demanda interna insuficiente” es muy poco plausible.



1.      ¿Era el esclavo de la plantación un proletario? (Sidney W.  Mintz)

El lapso temporal tomada es de 4 siglos (desde el siglo XVI al siglo XIX). La localización es principalmente en el Caribe (no eeuu, no Brasil ni América central)

Criterios para la existencia de un proletario
a)      Debe ofrecer para venta o vender su fuerza de trabajo como mercancía
b)      No puede venderse a sí mismo como mercancía, ni su fuerza de trabajo de una vez por todas
c)      Debe estar obligado a vender su fuerza de trabajo porque no posee nada más.

“Nunca fue la intención exclusiva de Marx, hasta donde yo conozco, bosquejar un contraste entre los proletarios y los esclavos en función de dotar a estos términos con definiciones que devendrían eternas. Su preocupación por sobre todo era comprender y revelar la naturaleza interna del sistema capitalista, y del modo de producción capitalista…”

“La libertad y la esclavitud constituyen un antagonismo…No estamos tratando con la esclavitud indirecta, la esclavitud del proletariado, sino con la esclavitud directa, la esclavitud de las razas negras en Surinam, en Brasil, en los estados sureños de norteamérica. La esclavitud directa es tanto como la maquinaria, el crédito, etc, un pivote para nuestro actual industrialismo. Sin la esclavitud no hay algodón; sin algodón no existe industria moderna. La esclavitud le ha dado su valor a las colonias; las colonias han creado el comercio mundial; el comercio mundial es la condición necesaria para industria maquinista en gran escala. Antes de que el tráfico de los negros comenzara, las colonias suministraban al viejo mundo con muy pocos productos y realizaron ningún visible en la superficie terrestres. Por tanto la esclavitud es una categoría económica de la mayor importancia” (Marx, carta a Annenkov, 1846)

“Mientras la industria algodonera introdujo la esclavitud de los niños en Inglaterra, le dio un estímulo a la transformación en Estados Unidos del sistema esclavista anterior más o menos patriarcal, hacia un sistema de explotación comercial. De hecho, la esclavitud velada del trabajo asalariado en europa necesitó, como su pedestal, la esclavitud pura y simple en el nuevo mundo” (Marx, El Capital I)

“Pero a pesar de las citas de Marx, no es completamente claro, al menos para mí, como visibilizaba la esclavitud –y particularmente la esclavitud de las plantaciones, para la producción de mercancías agrícolas vendidas en los mercados europeos –en su bosquejo del capitalismo mundial”

“He sugerido en otra parte que quizás Marx mismo no haya estado completamente satisfecho de su propio entendimiento acerca de cómo la esclavitud pura y simple encajaba en el capitalismo –como cuando se refiere a los propietarios de las plantaciones en América “que existen como anomalías en el mercado mundial basado en el trabajo libre”

Retener este último punto como una muestra del carácter abierto del programa de investigación marxista

Primero, la historia de la esclavitud caribeña está marcada usualmente por el acompañamiento de la presencia de otras formas de exacción de trabajo, frecuentemente en la misma industria, e incluso en las mismas unidades empresariales. Esto es, sólo por ciertos periodos, y en ciertas colonias, la esclavitud funcionó como la única forma de relación tierra/trabajo en las plantaciones. Segundo, las otras formas de exacción de trabajo que acompañaban a la esclavitud siempre parecían involucradas en varios grados de coerción, aún si los trabajadores mismos eran en la mayoría de los casos “libres” según la definición convencional”

Periodos
a)      Hispánico (1500-1580). Indígenas encomendados (enfeudados) y negros africanos esclavizados
b)      Primer periodo británico y francés azucarero (1580-1650)
c)      Colonias británicas y francesas basadas exclusivamente en trabajo esclavo africano (desde 1655, por ejemplo). La época más lucrativa que dura menos de un siglo
d)     Plantaciones azucareras españolas (1770-1870)
e)      Plantaciones basadas en trabajo libre contratado después de la emancipación (post 1838 en GB, post 1848 en Francia, post 1886 en Cuba, etc). Hubo un largo periodo de transición desigual (que duró hasta el siglo XX en algunos lugares), la cual supuso la imposición de medidas (estatales y privadas) para romper con el nuevo poder de negociación que tenían ahora los esclavos liberados (imposibilidad de acceso a la tierra, impuestos, sistemas de aprendizaje que inmovilizaban a la fuerza de trabajo). F H Cardoso opina que este momento histórico es típico de la subsunción formal de formas no capitalistas de trabajo al capital (incluye la aparcería).

“Estas diferentes formas de exacción de trabajo, existiendo la mayoría en combinación durante la historia caribeña, no eran intercambiables, cada una representando una variante de respuesta a las necesidades de trabajo; ni era accidental ni azaroso que ellas usualmente ocurrieran en forma combinada, respondiendo las necesidades de trabajo que no podían ser conveniente o eficientemente cumplidas una u otra forma exclusivamente”

Retener esta cuestión sobre la articulación no arbitraria de formas de explotación

No puede haber duda que, hasta un cierto grado, esta visión es correcta. Los sistemas americanos post-emancipación, por ejemplo, fueron de hecho capaces de convertirse a otros sistemas de trabajo sin perder su posición en los mercados mundiales. Pero que fueran capaces de hacer esto no es de hecho una función de la absoluta intercambiabilidad de los sistemas de trabajo, sino de la dominancia del capitalismo en el mundo, una dominancia que creó y mantuvo en operación un sistema mayor de producción e intercambio mercantil, y que podía convertir para su propio uso varios sistemas de trabajo más primitivos, que de otra manera habrían sido por sí mismos incapaces de mantener por sí mismos un sistema mercantil…La intercambiabilidad aparente de los sistemas de trabajo en un momento histórico particular existe paradójicamente, por tanto, sólo por la naturaleza peculiar de la forma de trabajo dominante, una forma cuyos términos de dominancia no son en ningún caso intercambiables con otras formas. Esto no debiera ser tan sorprendente. Porque la esclavitud, como otros modos de producción, tiene unas características y efectos particulares que la diferencian de otros modos. Y en el punto cuando estas características y efectos dominan la completa formación socio-económica o son decisivas para su funcionamiento (como, por ejemplo, en el periodo cuando la esclavitud en las Américas probó ser el único sistema capaz de proveer trabajo en cantidades suficientes para permitir a las colonias estar vinculadas al mundo), no es intercambiable con otros modos. Es verdad que Marx tendió a englobar a la esclavitud y la servidumbre en un conjunto en ocasiones como si fueran intercambiables, pero esto es sólo vis a vis el trabajo asalariado, y sólo tiene la intención de demostrar las vastas diferencias entre todas las relaciones laborales precapitalistas y las capitalistas” (Robert A. Padgug, “Problemas en la teoría de la esclavitud y en la sociedad esclavista”)

Retener esta cuestión sobre la articulación no arbitraria de formas de explotación

Mintz cuestiona el uso amplio y laxo que Padgug le otorga a la noción de precapitalismo. De hecho, las plantaciones esclavistas en el nuevo mundo no eran en ningún sentido precapitalistas, sino un producto bien específico de la evolución del capitalismo

“La esclavitud del negro –que por otra parte es incompatible con el desarrollo de la sociedad burguesa y desaparece con ella-, presupone el trabajo asalariado, y si otros estados libres no existieran al lado de ella, si en cambio los estados negros estuvieran aislados, entonces todas las condiciones sociales girarían inmediatamente a formas pre-civilizadas” (Marx, Grundrisse)

“Es esencial realizar distinciones analíticas entre diferentes fases abstraídas de la historia capitalista, y explorar las diferencias entre el denominado capital mercantil y el capital industrial. Pero de esto no se sigue inevitablemente que la esclavitud fuera colindante sólo con una fase de desarrollo del capitalismo mundial, y claramente  no que era precapitalista por naturaleza. Porque los marxistas se aproximan a la historia del capitalismo desde una perspectiva evolucionista, es entendible (pero no menos errado, según yo argumento) que ellos en ocasiones confundan las formaciones sociales no-capitalistas con las precapitalistas. Marx mismo parece haber entendido la diferencia claramente. El título del libro de Hindess y Hirst (Modos de producción precapitalistas) me parece errado por las mismas razones”

(Toda esta es una crítica a Post. Reflexionar. ¿Tendrá que ver la zona y el tiempo específico sobre el cual el autor teoriza? –no eeeu-)

¡Retener!

“De hecho, la historia de las plantaciones caribeñas no muestra un quiebre claro entre el modo de producción esclavista y el modo de producción capitalista, sino algo bastante diferente. La sucesión de diferentes formas de exacción de trabajo mezcladas en instancias específicas revela cómo los sistemas de plantación de las diferentes sociedades caribeñas se desarrollaron como parte del capitalismo mundial, cada caso particular indicando cómo diferentes variantes fueron empleadas para proveer el trabajo adecuado, algunas exitosas y otras no, todas dentro de la división internacional del trabajo transformada por el capitalismo, y que satisfacían el mercado internacional creado por el propio sistema capitalista”

En Cuba, como solución a la emancipación de los negros supuso la importación de miles de trabajadores chinos (que no eran esclavos pero tampoco trabajadores libres ni asalariados típicos)

Hindess y Hirst establecen que para Marx “todo el trabajo par el esclavo es trabajo excedente”. Pero esto no es verdad ni Marx no afirmó alguna vez tal cosa. De hecho él es bastante explícito: “la forma salario por tanto extingue el último rastro de la división del día de trabajo en trabajo necesario y trabajo excedente, en trabajo pagado y trabajo impago. Todo el trabajo aparece como trabajo pagado. En la servidumbre, el trabajo del productor para sí mismo, y su trabajo forzado para el señor, difieren en tiempo y espacio de la forma más clara posible. En la forma de trabajo esclavo, incluso aquella parte del día de trabajo en la cual el esclavo está reemplazando el valor de sus propios medios de existencia, en la cual, por tanto, de hecho, él trabaja sólo para sí mismo, aparece como trabajo para su amo. Todo el trabajo esclavo aparece como trabajo impago. En el trabajo asalariado, por el contrario, incluso el trabajo excedente, o trabajo impago, aparece como pagado. Allí las relaciones de propiedad oscurecen el trabajo del esclavo para sí mismo; aquí la relación monetaria oscurece el trabajo no correspondido del trabajador asalariado(Marx, El Capital)

(¡Reflexión!)
Es pertinente consignar esta cita de Marx y criticarla con los desarrollos de Lenin/Nikiforov. Marx cae en el esencialismo de la servidumbre para entender el mpf. No entiende que la renta feudal existió alternativamente como trabajo, especie y dinero (y no de una manera teleológica ineluctable sino de una forma más o menos contingente derivada de las condiciones históricas, geográficas y del nivel de la lucha de clases). Y estas mismas formas de existencia se podían combinar de manera compleja. El hecho de que el trabajo se divida físicamente en trabajo pago e impago no es uno decisivo (la existencia de la esclavitud no negaba el hecho de que muchos patrones concedían pequeñas tierras a los esclavos para que autorreprodujeran su fuerza de trabajo)

Debe ser subrayado que gran proporción de los bienes de su propia subsistencia eran también producidos por el esclavo mismo, así como incluso una parte importante de lo producido para el consumo de la población libre en las ciudades. “En primer lugar, el desarrollo del cultivo de alimentos fuera del régimen esclavista corría contrariamente a toda la concepción acerca de cómo debía operar el modo de producción esclavista (era un trabajo que no requería supervisión)”. Segundo, le permitía a los esclavos hacer cálculos y no solamente alimentar su autonomía, lo que posiblemente significaba diferenciación social entre los mismos esclavos, una diferenciación que no dependía del arbitrio del amo. Tercero, relevó la naturaleza inhumana del trabajo esclavo mismo. Cuarto, la producción autónoma del esclavo no era solo para el autoconsumo, sino que también se vendía en los mercados urbanos. Esto suponía un quiebre radical con el modo de producción esclavista. Las distinciones con éste eran entonces numerosas: comprar en el mercado con el dinero que el esclavo obtenía de la venta de sus productos, vender en el mercado, ligarse a los medios de producción (el mpe suponía la separación del trabajador de los medios de producción). Todo esto implicó una dinámica capaz de adaptar al esclavo a la condición emancipada

Esto implica concebir la pequeña producción de los esclavos como una tendencia interna de la esclavitud yanqui que pulsaba por superar esta misma forma de explotación capitalista

Esto para el autor supone reconocer las modificaciones en la dinámica del mpe instaladas por la resistencia de los esclavos-productores mismos. Mintz no está seguro si esto debe o no habilitar una revisión del concepto del modo de producción esclavista.

Retener ambivalencia y trabajarla

Ni encuentro útil buscar explicar lo que equivocadamente se percibe como excepciones, irregularidades…como constituyendo fenómenos transicionales. Esta parte del argumento se relaciona, de un lado, con las disposiciones pasadas de moda a describir los casos históricos concretos como ejemplos de las etapas feudales o esclavistas de evolución aisladas de los eventos del mundo capitalista, y, de otro, a ignorar aquellos particulares bien concretos que nos permiten aprehender precisamente lo que el término “contradicción” significa, en el mejor entendimiento de cómo las formaciones sociales y sus modos de producción componentes cambian en el tiempo”

Por lo demás, el mismo autocultivo de los negros era contradictorio, ya que también hacía que éste tuviera mucho más que perder si abandonaba a su amo.

“El rol adecuado de una definición es concentrar nuestra atención en lo observable, convertir la disputa sobre palabras en un desacuerdo acerca de lo que estas palabras representan, y por tanto abrir los argumentos a más investigación, prueba y refutación. Tomadas por sí mismas, las definiciones son arbitrarias: ellas no prueban nada. A lo más sirven para demarcar el problema en cuestión, no resolverlo, Ellas no están sujetas a la prueba y la demostración más de lo que se puede probar que un cuadrado es un rectángulo con los cuatro lados iguales” (Rod Aya, crítica de Hindess y Hirst)

Retener premisa metodológica

“El contraste entre la libertad y la esclavitud, cuando dibujado como Marx lo bosquejó en función de dramatizar la naturaleza distintiva del capitalismo europeo no es incorrecta, pero extrema, y no puede –no podría- tener en cuenta las condiciones históricas específicas de cada caso”

Esto es similar a nuestra crítica anterior a Marx

“…mientras enfatizó en la importancia de la economía mundial capitalista para entender la esclavitud en el nuevo mundo, él nunca desarrolló explícitamente una teoría de las economías esclavistas, y la cuestión de las formas sociales de la producción esclava no son tratadas sistemáticamente en sus trabajos” (Dale Tomich)

El autor no propone incluir, a la manera de Wallerstein, la esclavitud en el capitalismo mundial, pero sí rescata de este autor la necesidad de una perspectiva total o mundial para analizar la esclavitud colonial

“Puesto de otra manera, no es analíticamente más útil definir tanto “proletario” como “esclavo” en aislamiento, ya que ambas categorías de esfuerzo se encontraban efectivamente íntimamente vinculadas por la economía mundial que había, por así decirlo, dado nacimiento a ambas en su forma moderna”. Debe tenerse en cuenta, para analizar este vínculo sistemático, las ligazones entre ambas categorías de trabajadores en función de sus productos

Debemos entender que nuestra propuesta, si es que quiere ser fértil, den distinguir entre ella y la de Wallerstein. Distinciones pueden haber muchas (en su momento debemos señalarlas), ahora creeos importante consignar algunas de ellas: a) el mpc no es igual a la mera expansión cuantitativa de moneda y comercio; b) el núcleo estructural no funciona mediante la tesis de la crisis de la “compresión de la ganancia” (como querrían Glynn y Sutcliffe) , sino que mediante la TDTMG; c) las formas de explotación capitalistas secundarias son relevantes no porque permiten generar valor que es insuficientemente generado por el núcleo estructural, sino porque modifican el mismo (ritmo y temporalidad de la TDTMG, tipo de subsunción real, tipo y forma del EIR, tipo de plusvalor relativo); d) son relevantes estas formas de explotación, además, porque expresan la complejidad de la lucha de clases, el carácter desigual y combinado del desarrollo del mpc, y por que muchas veces terminan internalizándose en el mismo núcleo estructural (trabajo precario en los mismos centros capitalistas); e) la cuestión del excedente redistribuido en los centros a la clase obrera mediante el estado de bienestar es una menor (importa más la forma de acumulación vigente, la presencia de la urss, etc –no es la presencia de recursos materiales, sino las misma relaciones sociales las que explican que estos se redistribuyan mediante el estado de bienestar-); f) la relevancia de estas formas de explotación se explica por el proceso de expansión del mpc, proceso que requiere cierto nivel de desarrollo de las ffpp para cada capital particular, así como también es un proceso que se encuentra con condiciones sociales, históricas y geográficas ajenas (modos de producción no capitalistas –y muchas veces enfrenta estos problemas recreando formas de explotación capitalistas, tal como la explotación esclavista del sur yanqui)

2.      Esclavitud mundial y capitalismo caribeño (Dale Tomich, 1991)

La esclavitud comenzó a ser vista no como cualquier otra forma de trabajo humano, sino como el opuesto polar al trabajo asalariado “libre”. Así, se la entendía como el paradigma del atraso, lo arcaico y la producción ineficiente, dando casi por sentado su incompatibilidad con el mundo moderno.

“Sin embargo, la adopción de tal oposición jerárquica entre la esclavitud y el capitalismo implica una concepción lineal del tiempo que, sin importar cuán estilizada, elimina la complejidad del proceso histórico y obscurece aspectos cruciales tanto de la esclavitud como del desarrollo histórico del capitalismo moderno. Tal perspectiva trata a las distintas relaciones de producción, intercambio y poder político que constituyen a la economía capitalista mundial, como si fueran entidades conceptual y prácticamente independientes, de esta manera excluyendo la unidad y heterogeneidad del campo histórico en el cual estas relaciones operan y del cual estas relaciones derivan su significado. La yuxtaposición externa de tales categorías parciales y aisladas produce unos modelos de causalidad abstractos y unilaterales, sino es que concepciones teleológicas del cambio histórico”

No es quizás exagerado afirmar que durante la primera mitad del siglo XIX se produjeron más mercancías y más valor que durante cualquier otro periodo de la América colonial. La producción de algodón, café y azúcar, fue sostenida  e intensificada por los procesos modernos de revolución industrial, independencia yanqui y revolución francesa. El autor denomina a esta expansión y desarrollo de la esclavitud durante la primera mitad del siglo XIX, “segunda esclavitud” (la cual se entendería por las condiciones y el desarrollo de la economía mundial en ese momento)

Y es justamente en este momento cuando se afirma el plusvalor relativo sobre sus propias bases, esto es, se afirma lo que nosotros denominamos núcleo estructural

A fines del siglo XVIII Inglaterra reordena el mundo bajo su égida en un marco donde el control político directo de los territorios no tenía ya tanta relevancia, frente al control de los flujos de mercancías. Así, se resignificó el colonialismo y la misma esclavitud, al punto en que Inglaterra pudo controlar el comercio incluso fuera de las fronteras de su propio imperio.

“…y los precios mundiales antes que los precios locales dominaron el intercambio en materias primas agrícolas y no agrícolas”

Comienzan a primar los precios de producción, cuestión que muestra preclaramente la afirmación del núcleo estructural sobre sus propias bases. Es también éste el momento en que la ley del valor comienza a tener una operación más propia y expansiva

Hasta el grado en que el capital británico fue capaz de ejercitar influencia sobre la producción mundial mediante el control del mercado mundial, éste pudo desarrollar una estrategia global política-económica flexible, utilizando una variedad de formas y fuentes de trabajo, desde esclavos a inquilinos, aparceros y campesinos, desde trabajo a contrata a trabajo asalariado libre. De esta manera, el trabajo esclavo perdió su privilegio para los británicos: la forma social particular del trabajo importó menos que su bajo costo. Por contraste, sus productores rivales se hicieron cada vez más dependientes del trabajo esclavo, fundamentalmente por la expansión de la demanda, la naturaleza competitiva del mercado y la falta de fuentes alternativa de trabajo. El mismo proceso que contribuyó a la destrucción de la esclavitud dentro el imperio británico resultó en la intensificación de la producción esclavista en las otras partes del hemisferio (Cuba, Brasil, eeuu durante los primeros dos tercios del siglo XIX)”

“La misma escala y la naturaleza de la esclavitud fueron alteradas”

La independencia haitiana liberó a la colonia más rica del mundo en ese momento, así como también al territorio cuya producción de azúcar era más importante. Este proceso, que terminó también con las ambiciones coloniales de Francia, redundó en la masificación de la producción azucarera; el azúcar dejó de ser un bien de lujo. Todo esto en un contexto en el cual el comercio británico de esclavos acabó en 1807, así como la expansión de esta fuerza en el Caribe lo hizo en 1815. A quién beneficiaron estos cambios: a Cuba, que ya contaba con una base de productores esclavos negros importados masivamente a partir de 1760.

Hasta la mitad del siglo XIX el comercio de esclavos fue la principal fuente de mano de obra para la economía cubana, cuestión que no pudo impedir un imperio británico abolicionista.

La transformación de la economía cubana fue sustantiva: las mayores y mejores tecnologías se implementaron y desarrollaron; éstas, sin dudarlo, no fueron un obstáculo para la utilización de mano de obra esclava, como esta última tampoco lo fue para las primeras. “La trayectoria de la plantación esclava cubana está marcada por un patrón de innovación tecnológica y dinamismo socio-económico distintivo, el cual está ausente en otras sociedades esclavistas caribeñas”

Ver cómo la forma de explotación esclavista-capitalista implicaba internamente el mecanismo del plusvalor relativo (y lo más probable es que la subsunción real y la TDTMG también existieran). Es pertinente preguntarse por el modo como existe el núcleo estructural del mpc bajo la forma de explotación esclavista: a) la subsunción real se encontraría muy presente; sin embargo, su tipo sería muy diferente a la subsunción real existente con el trabajador asalariado clásico (esto porque la persona del esclavo era propiedad del plantador, no solo su fuerza de trabajo –así, los esclavos tampoco eran libres con respecto a los capitales particulares-); b) el EIR no existe propiamente (no se puede “liberar” fuerza de trabajo según el ciclo de los negocios); c) la TDTMG se expresa de manera diferenciada en tanto el capital variable funciona por lo general como capital constante (o capital fijo constante) –el proceso de mecanización y reemplazo de capital variable por capital constante es por tanto más lento y distinto. Por una parte, el capital constante-esclavo, tiene largos momentos diarios de no funcionamiento (no así las máquinas, cuyo tiempo de no funcionamiento es muy menor y sólo dependiente de las fuentes de energía existentes). Además, todos estos momentos de no productividad deben ser subvenidos por el propietario; con las máquinas, por otra parte, los gastos de mantenimiento son más esporádicos y acotados en el tiempo; d) el capital constante –esclavo no es reemplazable por un nuevo capital constante-esclavo más productivo; e) la homogeneidad de la acción el capital constante-esclavo es menor que la de las máquinas

Desarrollo técnico de la producción (ejemplos): vías férreas (la primera vía férrea a vapor de AL fue cubana, operativa en 1837, 13 años después que la primera vía férrea inglesa), refinación moderna de la caña de azúcar 

Como todo proceso de desarrollo técnico en la producción capitalista, éste produjo concentración en unos pocos grandes explotadores, únicos que podían costear las altas barreras de entrada que suponía el masivo cambio técnico. Así, el monocultivo en grandes plantaciones vino a reemplazar la producción pequeña usualmente más diversificada

Este es un ejemplo de la necesaria concentración previa  que debe darse para la afirmación del mpc en  el agro, de la que habla Kautsky. Asimismo, demuestra cómo la dinámica del plusvalor relativo supone necesariamente la concentración (más todavía si éste se manifiesta en la agricultura)

Aún con precios decrecientes en el mediano plazo, los explotadores azucareros cubanos pudieron sostenerse y florecer. En esto no fue un factor menor el bajo costo de la fuerza de trabajo esclava.

“La nuevas zonas de producción esclavista ya no monopolizaban la producción de una mercancía particular. Por el contrario, tenían que competir con otras formas de organización del trabajo en otras partes de la economía mundial, en tanto el espectro de formas de control del trabajo se expandía y la jerarquía global del trabajo era creada”

Los productos del trabajo esclavo entraban de manera directa en el consumo de la clase trabajadora asalariada europea, siempre en escala creciente. Eran importantes de dos maneras: mantenían la relación de intercambio entre el trabajo y el capital y contribuían a bajar los costos de reproducción de la fuerza de trabajo asalariada. En tanto la relación entre el capital y el trabajo asalariado devino ampliamente establecida, se afirmó un imperativo sistémico para incrementar el plusvalor mediante la reducción del valor de la fuerza de trabajo, el cual requería trabajo esclavo que proveyera bienes de consumo cada vez más baratos para la clase obrera”

Es en este sentido que las formas de explotación secundarias son “útiles” para la afirmación del núcleo estructural del mpc. Y, en tanto este mismo imperativo se encuentra siempre presente mientras el mpc exista, estas formas de explotación que ayudan abajar los costos de reproducción de la fuerza de trabajo existirán (no es una cuestión de falta de valor, es una cuestión de abaratar la canasta básica de bienes consumido por los obreros)

El desarrollo de la industria azucarera y de la esclavitud en Cuba entre 1760 y 1868 coincide no sólo con la expansión del mercado mundial, sino también con su transformación y articulación con nuevas formas políticas de organización de los estados, nuevas formas de organización del trabajo y nuevos medios técnicos para producir y transportar bienes”

“En esta interpretación, la esclavitud no es ya relacional. El atraso deviene un atributo no de la relación esclavista, sino de los esclavizados. La incompatibilidad entre el trabajo esclavo y la tecnología moderna, congelada en la persona física del esclavo, deviene casi absoluta”

“Que los esclavos operaran tales mecanismos no debiera ser sorprendente. Quienes proponían una nueva tecnología enfatizaban en su simplicidad así como en su rol para imponer una nueva disciplina laboral. Uno de los propósitos principales de la nueva maquinaria era deshacerse del complicado trabajo manual involucrado en la producción manufacturera del azúcar, y de esta manera simplificar las actividades del obrero. Su operación no requería conocimiento especializado o habilidad” 

“Combinando las máquinas con cuidado, las operaciones se han facilitado y hecho independientes de la falta de atención de los obreros, de tal manera que hoy en día el trabajador está sujeto a la máquina misma y no es capaz de incurrir el faltas que mostraban su incapacidad en el antiguo sistema. Y por la misma razón de que con el nuevo proceso el trabajo está relevado de cualquier operación laboriosa, se le puede demandar a éste mayor atención” (Derosne and Cail)

Y esta es una muestra de la descalificación sistemática de la fuerza de trabajo que supone la afirmación del plusvalor relativo

El autor describe el cual la implementación de nueva tecnología reducía el número trabajadores manuales y simplificaba las operaciones, redundando en un proceso en el cual el control técnico y la supervisión social del trabajo se fusionaban en la misma maquinaria.

La nueva maquinaria requería un muy reducido número de técnicos altamente calificados (ingenieros, por ejemplo). Estos empleados no permeaban su dinámica al resto de la fuerza de trabajo (esclavos que implementaban tareas no complejas), sino que dependían de esta última y eran un mecanismo suyo.

Esto muestra como la sistemática descalificación del trabajo se hace con el mínimo beneficio de una pequeña fuerza de trabajo ya bastante calificada. Además éste grupo pequeño de fuerza de trabajo no tiene efectos de arrastre

“En cambio, su simple coexistencia define los límites espaciales y temporales de la historia decimonónica cubana. Dentro de esta dualidad, la relación esclavista es tratada como si fuera un fenómeno local situado en Cuba  e impuesto desde fuera por el mercado capitalista mundial, el cual a su vez se encuentra espacializado en “otra parte”. La esclavitud es insertada en el proceso de la modernidad como una categoría estática e inertePor ejemplo, la esclavitud en Barbados en el siglo XVI, en Jamaica y Santo Domingo en el siglo XVIII, son igualadas con la esclavitud cubana decimonónica; todas estas formas son vistas como existentes dentro de un marco temporal homogéneo y único. Sus contextos externos varían, pero las mismas “leyes” de producción esclavistas son mecánicamente repetidas

  “Tal construcción simplemente elimina de la consideración las maneras en que los elementos opuestos de la modernidad capitalista y el trabajo esclavo son constitutivos entre sí. La esclavitud en Cuba fue creada por y dentro de un proceso  histórico y un conjunto de relaciones sociales específicas a la transformación de la economía mundial decimonónica. El capital productivo, un mercado mundial integrado, la innovación tecnológica, y la emergencia de una clase trabajadora asalariada en Europa y norteamérica fueron las condiciones de la formación y de la expansión de la esclavitud en Cuba, en tanto la esclavitud cubana consolidó la división global del trabajo y proveyó las necesarias materias primas industriales y alimentos para los poderes centrales industrializantes en el sistema de producción mundial”

“La trayectoria histórica específica de la esclavitud y la plantación agrícola en Cuba es el resultado particular de un proceso mundial unitario aún si desigual. La esclavitud es por tanto recreada dentro de un nuevo complejo socioeconómico de fuerzas e imbuida de un nuevo contenido y carácter”

“A pesar de las similitudes aparentes, la plantación azucarera y el trabajo esclavo en Cuba no son las mismas que en barbados, santo Domingo o Jamaica. Las últimas representan un ciclo de producción esclavista que precede al capital industrial y a la integración de los mercados mundiales característicos del siglo XIX, mientras la organización de la tierra, el trabajo y la tecnología en Cuba mercados mundiales integrados y circuitos de capital incrementalmente centrados en la producción industrial centralizada”

Hay que retener esta cuestión de que la misma forma de explotación esclavista funciona y adopta una naturaleza distinta de acuerdo a las distintas fases del núcleo estructural del mpc

Notas sobre el debate de los modos de producción (XII. El problema "africano")



1.      El debate de los modos de producción en los estudios africanos (Bill Freund)

En la producción académica africana (o referida África) el tema de los modos de producción fue eminente en los 70’s. Sin embargo, no se cumplieron las predicciones de Harold Wolpe  y este interés en los modos de producción decayó en los 80’s.

El debate acerca de los modos de producción con la pérdida de hegemonía de los partidos comunistas soviéticos. Referido a Africa, Catherine Coquery Vidrovicth, basándose en la discusión del CERM acerca del modo de producción asiático, entendió la posibilidad de existencia de un modo de producción africano (la autora proponía que, especialmente en Africa occidental, el modo de producción dependía de una clase dominante que se basaba en el control del comercio a larga distancia)

Suret-Canale entendió, por contraste a Africa como una zona donde primaba una forma modificada de modo de producción asiático.

Retener desarrollos

Terray, por su parte critica el énfasis de Coquery Vidrovicth en la circulación.

“…para los autores más relevantes la aplicación de la noción de modo de producción no está realmente destinada a explicar demasiado acerca de los productores africanos, sobre cuya historia continuamos sabiendo muy poco, sino contribuir a un argumento clásico que había ocupado largamente a los historiadores burgueses: los orígenes del Estado africano”

Los autores involucrados en este debate africano rechazaban tanto la generalización abusiva de la teoría de la dependencia frankiana (basada en un Baran que había sido cercano a los teóricos críticos en Alemania)…

Retener

…como la teoría burguesa de la modernización. Basados en la idea de conservación/disolución de Bettelheim, estos autores intentaron comprender teóricamente por qué estos modos no capitalistas continuaban existiendo (en cambio, para Frank las zonas no capitalistas no existían…)

“Es verdad que un buen argumento lógico puede ser hecho, como lo realiza Samir Amin,  para concebir un fuerte elemento común en todas las sociedades clasistas fuera del capitalismo….Sin embargo, si este es el caso, uno tiene que preguntarse si llegamos demasiado lejos con una caracterización tan amplia. En verdad, cada sociedad en cualquier época parece tener rasgos particulares que necesitamos comprender si buscamos entender su desarrollo, y estos rasgos son solo revelados vagamente si insistimos siempre en referirnos a una pequeña lista de categoría universales”

Esta es una forma de criticar a Amin, como también a Cueva

“Como Foster Carter ha enfatizado en su importante crítica de Rey, no es claro como un modo de producción coherente continúa intersectando con el capitalismo industrial una vez este último se ha hecho realmente sentir…Gavin Kitching ha notado que en la Kenya rural ya no es posible distinguir cualquier modo de producción individual coherente, aún si mucha de la actividad económica difícilmente puede ser explicada en términos capitalistas. Johan Pottier, en un artículo reciente, gráficamente describe como la conservación de la vida rural una generación antes en la Rodesia del norte, ha supuesto su disolución en Zambia, a pesar, uno sospecha, de la voluntad de tanto el capital como del estado. Una vez el modo de producción ya no es capaz de procesar socialmente su reproducción de una manera distintiva, ¿es realmente significativo discutir las relaciones sociales en términos de una articulación entre distintas esferas circulando autónomamente en torno a sus propias estrellas?

Es una buena pregunta. Wolpe la responde con su distinción entre modo de producción restringido (unidad de producción no capaz de autorreproducirse en su situación actual) y modo de producción extendido (unidad de producción capaz de reproducción ampliada en su situación actual). Nosotros incorporamos esta idea con la reapropiación de la tesis de las formas de explotación de Banaji. A partir de esto emergen las siguientes preguntas: a) ¿Qué implica la reproducción simple como tercera categoría, intermedia entre la no-reproducción y la reproducción ampliada? (¿es históricamente posible?); b) ¿realmente podemos tratar con un solo concepto (“formas de explotación capitalistas”) realidades sólo articuladas al nivel de la circulación, realidades subsumidas formalmente de manera plena al capital (tipo pequeños productores de Languedoc de Vilar) y realidades capaces de autorreproducción y vinculadas a través de la producción (como pudo ser con el esclavismo sureño yanqui)?

“Finalmente, el modo doméstico de producción (de parentesco, etc) ha mostrado ser un recipiente con fugas. Como ya ha sido sugerido, parece poco claro cómo puede permanecer un modo de producción una vez las clases dominantes precapitalistas, dejemos fuera el capital y sus varias formas, deviene históricamente relevante…es difícil disociar su “modo” (de Meillasoux)  con los modos campesinos de producción o chayanovianos…”

Es una buena crítica al modo doméstico de producción. Nuestra propuesta acerca de las formas de explotación capitalistas puede subsanar el problema porque: a) no cae en el mito chayanoviano de la autorreproducción independiente; b) explica esta forma como una forma capitalista…

“Si uno pudiera resumir, la dificultad es que mientras modos de producción particulares pueden ser definidos con una elegancia y coherencia interna que provee una considerable satisfacción intelectual (Hindess y Hirst), los modos, una vez transformados en modelos, se prueban como incoherentes y rígidos en su aplicación. Este argumento, si es extremado lo suficiente, sugeriría que ellos fallan en cumplir el criterio marxista más importante, cuando dejan de tener cualquier significado al momento de hacer una valoración de ellos partir del materialismo histórico”

Es una buena cita metodológica ésta. Nuestra propuesta precisamente intenta solucionar esta cuestión, que esencialmente refiere la vinculación entre historia y teoría, entre el concepto-totalidad y sus momentos de concreción (categorías intermedias de Meiksins Wood)

“Como Cohen, entre otros, ha notado, Marx ni siquiera utilizo las palabras “modo de producción” de manera enteramente consistente. Las discusiones de Marx del desarrollo histórico son ricas en una imaginería poética y orgánica, bastante dañina para lo que normalmente pasa por análisis estructural”

Y es verdad que Marx trata el concepto de modo de producción de manera laxa. Pero esto no quita que haya sentado las bases de un proyecto intelectual inconcluso. Y su laxitud de hecho proviene del carácter abierto de su programa de investigación, el cual “abre” preguntas más que “cerrar” temas. Esto también está dado por el hecho de que la mayor parte de las obras de Marx son reflexiones no finalizadas y no publicadas (él mismos se refiere al hecho de que sus obras completas primero debieran ser escritas antes de ser publicadas solo un par de años antes de su muerte)

El debate de los modos de producción debe en último análisis siempre referirse al Prefacio

El mismo hecho de que bajo los modos precapitalistas no se encuentre vigente la ley del valor, hace que éstos “no puedan ser comprendidos completamente en términos de la extracción de un excedente cuantitativamente específico”

Esta es una nueva crítica a la cuestión de la vigencia de la ley del valor en modos precapitalistas articulados con el mpc. Al respecto, podemos señalar algunas cuestiones: a) debe incluirse el punto acerca de las formas de explotación; b) la contribución cuantitativa de estas formas a la generación de valor se expresa en la producción de mercancías que entran en el mercado capitalista y que en alguna medida modifican el establecimiento del trabajo social medio (aunque para el caso de la PMS de Bartra, esto no sucede); c) implican la ley del valor en tanto modifican el mismo núcleo estructural en su temporalidad y ritmo; d) implican la ley del valor en tanto reproducen fuerza de trabajo de manera diferencial (fragmentación clase trabajadora) y coadyuvan a afirmar una tasa de explotación más favorable a los patrones

“En un grado considerable, Marx mismo se apartó de la alta teoría y de los grandes niveles de abstracción cuando efectivamente trató de elucidar desarrollos históricos específicos”. Esto es claro en Las luchas de clases en Francia y en su actividad periodística. Esto, unido al sorprendente giro de Lenin, que en un mes dio cuenta de toda la discusión acerca del campesinado ruso después de la toma del poder (ya nos referimos a este hecho), nos informa que “el modo de producción es mucho menos determinado en este contexto de lo que Foster Carter, dejando de lado a otros, parecieran esperar. No existe una particular política que se seguiría necesariamente de la característica general de la producción técnica o social, de una sociedad. Esta es una conclusión inevitable de cualquier intento serio de explicar por qué ciertas regiones africanas desarrollan estados y otras no; por qué las relaciones entre los hombres las mujeres y la tierra varían grandemente en las sociedades agrarias; o por qué los alineamiento de clase son tan frecuentemente desemejantes en las sociedades capitalistas en una coyuntura histórica particular”

Retener este desarrollo. Sin embargo, sería pertinente no caer tampoco en el contingencialismo. Una solución es pensar que la política de coyuntura es una que a la vez “crea” realidad en un contexto en el cual lo real se mueve con actores que responden de forma semi-consciente. El análisis de los modos de producción sentaría las bases para establecer un contexto estructural en el cual se pueden negar con certeza ciertos caminos, a la vez que se afirma la posibilidad de algunos otros caminos …

“Lo que se necesita, no es un rechazo, sin embargo, de todo el marco del modo de producción, el cual de hecho hizo emerger cuestiones mayores e inspiró una investigación importante. Es un marco que opera a un nivel de abstracción que proporciona una aplicabilidad específica muy pequeña cuando se lo hace caber en un problema empírico. Cuando exprimida demasiado firmemente, la noción valorable de articulación se reduce a otro término descriptivo y circular.Sin embargo, la esencia de la estructura de Marx retiene un gran poder cuando buscamos considerar el barrido más amplio de la historia de la humanidad…Considerando la sociedad desde la perspectiva de los modos de producción, no somos dejados con reglas prescriptivas que determinan la cultura, la consciencia o la estrategia política sino con un amplio sentido de lo posible, de los amplios límites dentro de una época histórica en la cual el hombre puede hacer su propia historia…”

(Discusiones y reflexiones)
Pareciera que el autor reproduce el contingencialismo que Meiksins Wood le critica a la distinción althusseriana entre formación social y modo de producción. De hecho, el autor desliga la teoría de los modos de producción de la práctica, y en este sentido imposibilita la comprensión de que la misma habilita la generación de categorías concretas (categorías intermedias de Meiksins Wood). Este tipo de categorías deben ser compatibles con las implicancias del concepto-totalidad, pero a la vez conjuntarse de manera fértil con la historia efectiva. No deben ser categorías adhoc, pero tampoco una derivación mecánica sin vinculación con el desarrollo histórico. En este sentido, el concepto-totalidad debe ser uno abierto, el cual permita la generación de categorías intermedias a partir de la investigación histórica (éste es el sentido de un concepto que es desarrollo histórico y no una unidad autocontenida de la cual se derivan idealmente consecuencias necesarias ineluctables). El concepto-totalidad de modo de producción epocal está definido homogéneamente por el hecho de poseer ciertas leyes de movimiento y una reproducción ampliada relativa (expansión). Ahora, lo pertinente es preguntarse si sólo el mpc posee un núcleo estructural y momentos en tanto que formas de explotación, o si ésta es una característica pertinente a cada modo epocal

2.      La persecución de lo real: modos de producción e historia (Dennis Cordell)

Modo de producción compuesto de:

Fuerzas productivas: dotación de recursos y tecnología
Relaciones sociales de producción: la manera en que las fuerzas productivas están organizadas, el poder distribuido

Retener definición rrpp y ffpp

El autor da cuenta de interpretaciones del modo de producción más amplias; sin embargo, él se queda con su definición estrecha y denomina superestructura a lo político e ideológico

“…naturaleza del concepto. ¿Refleja la realidad un modo de producción? Si es así, ¿qué realidad o qué aspecto de la realidad? Si primariamente económica, ¿cómo se relaciona esta realidad a las realidades políticas, sociales y culturales? De otro lado, si un modo de producción no es más que un modelo, entonces la tercera cuestión de la aplicación deviene relevante. ¿Cómo puede un modelo –una imagen generalizada de lo real- ser utilizado para interpretar las montañas de datos…?”

“Mientras investigaciones teoréticas focalizadas han contribuido a nuestro entendimiento de las formaciones sociales africanas, me parece que ningún constructo analítico único reflejará la realidad”

Una sociedad nunca se encuentra caracterizada por un único modo de producción…e incluso si este fuera el caso base económicas similares pueden exhibir una variación infinita (palabras de Marx) en las formaciones sociales de las que dan cuenta”

“Articulación, me parece, es central para el uso del concepto de modo de producción. Es el punto de entrada para la historia en su sentido más empírico. Mientras el término formación social se refiere a la multitud de relaciones sociales de producción dentro de una sociedad, el término articulación enfatiza su contacto y articulación. Enfatiza el cambio”

“El concepto de modo de producción por sí mismo es incompleto sin un análisis del modo de reproducción”

“El factor determinante en la historia es, en último análisis, la producción y reproducción de la vida inmediata…Por una parte, la producción de los medios de subsistencia, de alimento, vivienda y herramientas; por otra, la producción de los seres humanos mismos, la producción de la especie” (Engels)

“Se sigue, por tanto, que la atención debe dirigirse a lo que Marx denomina la reproducción de la masa de la fuerza de trabajoTal reproducción adquiere distintas formas. El mantenimiento diario de la fuerza de trabajo, o la reproducción de la fuerza de trabajo; la reproducción social del trabajo mediante la procreación; y la reproducción social del trabajo mediante la inmigración desde otras formaciones sociales”

“…modos de producción particulares pueden muy bien dar lugar a patrones particulares de reproducción. Más allá de esto, existen probablemente patrones clasistas específicos de conducta reproductiva”

Esta es una cuestión a pensar. Van Zanden trabaja esta idea de los diferentes patrones de reproducción de la fuerza de trabajo que habilita un mismo modo de producción. Quizás habría que pensar acerca de cuándo una forma de reproducir la fuerza de trabajo es totalmente internalizada bajo el núcleo del mpc (familia burguesa); cuando es internalizada con ciertas contradicciones que modifican la operación de  la ley del valor (sin eliminarla, ya que ésta se mantiene vigente –lo que cambia es el ritmo y temporalidad-como en el caso de los Estados de bienestar); cuando relaciona formas de explotación distintas (y establecer las mismas diferencias entre la reproducción de la fuerza de trabajo en zonas tipo el Languedoc de Vilar y zonas tipo los casos constatados por Van Zanden en Holanda); cuando vincula modos precapitalistas epocales; etc

En suma, aún si el autor está cercano del nominalismo weberiano, sus preguntas son válidas en tanto busca lo que Meiksins Wood denomina “categorías intermedias”

3.       “No articularás los modos de producción” (Gervase Clarence Smith)

Se postulan tres tesis centrales
a)      Los modos de producción deben ser retenidos sólo como modelos que llevan a preguntarse y problematizar
b)      Nunca deben articularse los modos de producción
c)      La realidad social africana debe analizarse en términos de la multiplicidad de relaciones de producción

“Los modos de producción no existen. Como Hindess y Hirst mostraron, la manera más fértil de interpretar el uso confuso del término por Marx es tratando los modos de producción como modelos, abstracciones, instrumentos heurísticos, tipos ideales –llámenlos como quieran, hasta tanto no sugieran que ellos existen “ahí fuera”-. La confusión entre modelo y realidad ha sido uno de los principales problemas con el uso de los modos de producción en los estudios africanos”

Citar esta frase como un caso extremo de nominalismo y como negación amarxista de nuestra propuesta

El propósito de un modelo es aislar unas pocas variables centrales y demostrar la conexión lógica y jerárquica entre ellas. Crean un nuevo modo de producción cada vez que elementos menores emergen en la superficie de la realidad social y divergen del modelo es destruir el valor heurístico de todo el ejercicio

Ver como el nominalismo del autor le lleva a criticar el a veces fértil taxonomismo que propone Meillasoux y que aplica Hechter

“(Articulación de modos de producción) Pero me parece que cualquier intento de combinar las lógicas de diferentes modelos es un tipo de contradicción en los términos formal, la cual sólo puede producir confusión. En tanto que modelo, cada modo de producción es por naturaleza intemporal, incambiante y suficiente por sí mismo. No es sin razón que las frustraciones en la articulación de modos de producción han ido mano a mano con las frustraciones en la teorización de la transición de un modo de producción a otro. En la raíz de todo este esfuerzo malgastado se encuentra el mismo error fundamental, la creencia de que los modos de producción efectivamente existen en las sociedades para ser articulados y transformados”

Este es un nuevo ejemplo de nominalismo extremo. Justamente nuestra propuesta cuestiona el hecho de que los modos de producción sean intemporales, incambiantes y autocontenidos: sorprende como son justo estas tres dimensiones las que intentamos incluir en nuestra propuesta. Citar el ejemplo como un programa de investigación “en negativo”

La utilidad de un buen modelo es que produce buenas preguntas

Esto puede ser retenido si cambiamos la palabra modelo por concepto

“…para información que no es producida dentro del marco de un conjunto de preguntas ordenado. Esto en cambio provee un canal para que lo real pueda re-entrar en lo racional, sugiriendo maneras para mejorar los constructos teóricos”

La tesis de la primacía de las relaciones de producción, en combinación con la crítica al etapismo y mezclado todo esto con el leninismo, produjo un tipo de marxismo de alguna manera caricaturesco, el cual buscaba la transición socialista en regiones social, técnica, política y culturalmente muy atrasadas.

Retener contexto (la crítica es de alguna manera justa)

Preguntas relacionadas a la rsp
a)      ¿Quién controla (no es propietario) de los medios de producción y cómo?
b)      Si son controlados privadamente por un grupo restringido, ¿qué derechos de acceso tiene la mayoría de la población y como retribución de qué tipo de pago?
c)      ¿El plusvalor extraído es redistribuido o retenido parcial o totalmente por el grupo restringido?
d)     Si es retenido, cómo es realizado, ¿invertido, utilizado en consumo conspicuo, en actividades de relajo, o en el mantenimiento de aparatos de represión política e ideológica?
e)      La cuestión de la subsunción formal o real del trabajo

Retener las preguntas para el debate acerca de las rsp/ffpp

“Y sin embargo, Hindess y Hirst mostraron claramente que la esclavitud a un nivel es solamente un fenómeno ideológico y político, la reducción de las personas al estatus de cosas. Un modo de producción esclavista, como modelo, está basado en la extracción de fuerza de trabajo completamente a partir de esas personas reificadas. Parece claro que pocas sociedades en el África, si es que alguna, se aproximaron a tal modelo. Más todavía, la condición jurídica de los esclavos africanos exhibió un confuso conjunto de variaciones, infinitamente más complicado que la directa ecuación persona-cosa del modelo. Aún así, las instituciones sociales que tendían hacia el modelo esclavista cumplieron un rol crucial en muchas sociedades africanas…Es mucho más útil buscar relaciones de producción que incorporan elementos de la esclavitud que debatir infinitamente sobre si el modo de producción esclavista existió o no”

Es una buena precisión. Lo importante es entender que estamos trabajando al nivel  de la unidad de producción, al nivel de relaciones de explotación. El siguiente es observar si de un conjunto de unidades homogéneas es posible y necesario derivar leyes de movimiento…

Para el periodo colonial, alejarse del enfoque de la articulación, permite una análisis mucho más satisfactorio del sistema de trabajo migrante, el problema histórico mismo que los teóricos de la articulación declaraban haber resuelto más exitosamente. No existe ninguna necesidad de buscar la dominación de una totalidad capitalista de estructuras económicas, políticas e ideológicas sobre una totalidad de estructuras no-capitalistas. Es mucho más simple y más iluminador decir que los trabajadores migrantes se encontraban involucrados tanto en relaciones de producción capitalistas y no capitalistas. Entonces deviene esencial detallar la compleja mezcla en la cual se insertaban los migrantes, y su tarea para proveer cierto tipo de significado ideológico general de esta mezcla. Esto es especialmente importante para restaurar la agencia de los trabajadores, su habilidad para determinar en algún grado la naturaleza de su mundo, antes que ser la expresión funcional de una estructura. En esta luz, el trabajo migrante comienza a aparecer como una suerte de pacto entre el capitalismo colonial y las sociedades africanas rurales, antes que la brutal imposición de un estado omnipotente que sirve ciegamente al modo capitalista de producción”

Mientras el autor anterior precisamente argumentaba que la noción de articulación era capaz de incluir la dinámica y una concreción intermedia al concepto de modo de producción, el autor de este artículo precisamente argumenta lo contrario: la noción de articulación cerraría el debate. Por nuestra parte, si tomamos el concepto de modo de producción como uno cuyo mismo análisis debe ser hecho (por lo cual distinguimos modos de producción secundarios, primarios, epocales, formas de explotación, etc), entonces la noción de articulación abre la posibilidad de generación de tipos de categorías intermedias. Es un concepto abierto que es capaz de autotematizarse a sí mismo (articulación como coexistencia, como convergencias, como contradicción, etc). Los peligros del concepto articulación sólo están cuando se lo trata como unidad explicativa última irreductible (por lo demás, lo mismo sucede con el concepto de modo de producción)

En muchas ocasiones, en el contexto africano, el trabajo asalariado formal, era el camino dorado no a la proletarización sino al estatus de kulak.

Esto puede ser cierto para casos particulares. Si lo generalizamos caemos en lo que Meiksins Wood le critica a Przeworski (elaborar una teoría a partir de casos especiales). Con respecto al trabajo asalariado nuclear clásico, su característica es la continua desposesión del productor directo de los medios de producción. Si generalizamos la posición del autor, caemos en el mito de que todo trabajador puede devenir capitalista si ahora lo suficiente. Por lo demás, esta tesis cae en los errores de Wallerstein

La idea de que la articulación de modos de producción supone el acceso a trabajo barato ha olvidado la otra cara de esta cuestión: el trabajo que el mpc conseguía era muy poco productivo (el autor menciona a África como una de las zonas en las cuales, tomando todo en cuenta, el trabajo era caro para el capital)